Buenos Aires en Debate

Mas  excepciones: IRSA-Solares de Santa María SA

El Proyecto de Ley, el Convenio entre el GCBA y Solares de Santa María S.A. (Expediente Nº 2078-J-2011) y todos sus anexos conforman una norma de excepción, de revocación de incumplimientos reiterados sobre los actuados “técnico ambientales” previos, de beneficiar normativamente a una sola entidad, de carecer de compensaciones al transferirse "beneficios exclusivos" y desentenderse de los efectos por el cambio climático y del paleocauce de la Boca del Riachuelo, así como aceptar que el GCBA declina todo interés público en el afán de "servir" al desarrollador.
Es indispensable rechazar el texto de la Ley: por transferir 233.252,69 metros cuadrados correspondientes a los canales de agua rellenados ilegalmente; por anular la Ordenanza Nº 45.665 que solo habilitaba a construir 482.699 metros cuadrados y no, como se promueve con esta ley y a título gratuito al habilitar taxativamente la construcción de 715.951 metros cuadrados.
La aprobación del proyecto implica la transferencia de una ganancia excepcional para IRSA - Solares de Santa María S.A. a costa de la sociedad porteña y nacional no compensada en el Convenio. En julio de 1997 IRSA pagó 55 millones de dólares por las 71 hectáreas. La incidencia de la época era de 150 dol/m2 pero IRSA lo compra con una incidencia de 114 dol/m2, es decir, para construir los 482.699 m2 que es lo que establece la Ordenanza 45665 de 1989 si no se deroga subrepticiamente. ¡Volvemos a las Excepciones! ¿Porqué ahora se les va a permitir construir 715.951 metros cuadrados, justificado al computar el cuerpo de agua del embarcadero (48.560 metros cuadrados) y de los espejos de agua (72.332 metros cuadrados) más el relleno ilegal de los canales como “nueva” superficie construible, es decir, 233.252metros cuadrados más, con una incidencia de más de 6.000 dol/m2. Como se llama eso: transferencia gratuita? Mejora para el desarrollador? Mal desempeño administrativo?
También se anula la obligación de construir hasta el 1,5% de la proyección de la superficie cubierta con altura superior a 12 metros. Ahora se habilita más de 1,5% y con una altura de 160 metros sin Evaluación de Impacto Ambiental -tanto por la influencia de la Central Térmica, como por el condicionamiento del paleocauce del primitivo Riachuelo-.
Se debe rechazar el Convenio por ser una pieza de escribanía, un convenio de adhesión, donde elGCBA declina todo interés público y se somete a un interés particular.
Los canales y espejos de agua interiores del emprendimiento, 120.912 metros cuadrados, no son materia de mantenimiento a cargo del GCBA, ni el Código de la Edificación prevé dicho tipo de transferencia. Los canales y espejos de agua interiores del emprendimiento NO pueden/ NO deben ser mantenidos por el GCBA.
Se debe rechazar toda obligación, por inconstitucional y nulo de nulidad absoluto, al condicionar la libre disponibilidad del canal de desagüe como servicio público, que a su vez se encuentra dentro de los límites de la Reserva Ecológica Costanera Sur y por pretender disponer discrecionalmente sobre facultades netamente federales.
Se debe rechazar la pretensión de poder inundar el terreno ocupado por el Asentamiento Rodrigo Bueno y destruir el humedal de la Reserva Ecológica Costanera Sur para facilitar el ingreso y egreso de embarcaciones a Solares de Santa María S. A..
Se debe rechazar que el convenio no habilite a acceder libremente por las calles hasta haber transcurrido más de 40 años, por comportarse, hasta ese entonces, como el primer country de la ciudad.
Se debe rechazar por improcedente, de acuerdo a la Ley de Procedimiento Administrativo vigente, la obligatoriedad autoimpuesta del Poder Ejecutivo de realizar aprobaciones automáticas sino se cumple con los plazos previstos en el Convenio.
El Proyecto de Solares de Santa María fue reiteradamente modificado. Valga como ejemplo que en 2003, cuando se realiza una Evaluación de Impacto del desarrollo los edificios más altos tenían 90 metros, ahora tienen 160 metros; en ese entonces no se había evaluado el comportamiento de salida e ingreso de embarcaciones y menos aún de inundar la Reserva Ecológica Costanera Sur y el Asentamiento Villa Rodrigo Bueno. Cabe aclarar que la Ley 123 y concurrentes obliga a actualizar cada cinco (5) años la Evaluación de Impacto Ambiental y en toda oportunidad que se realicen cambios. Se debe requerir que se haga una nueva Evaluación de Impacto Ambiental, previo al tratamiento de cualquier Convenio entre el GCBA e IRSA-Solares de Santa María S.A., que atienda los cambios antedichos, así como el efecto que causaría la nueva “pared” de edificios localizados al Sur, al estar próximos a niveles de ruido superiores a los 120 decibeles, las emanaciones de gases de efecto invernadero y el área de seguridad mínima para evitar el riesgo tecnológico - ambiental de la Central Térmica Costanera Sur.
Se debe rechazar por improcedentes y carentes de competencia el incluir en el Convenio el permiso para realizar nuevos rellenos sobre el Río de la Plata o para completar las áreas destinadas a canales.
El Poder Ejecutivo, antes de enviar el Convenio GCBA- e IRSA-Solares de Santa María S.A. en análisis en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, debió haber ordenado la normativa vigente y generado un debate que atienda no solo el interés del desarrollador sino el bienestar general –solicitado por el Consejo del Plan Urbano Ambiental-. Cabe consignar, que otros Convenios sobre grandes fracciones que han tenido que ordenar la normativa vigente para posibilitar un nuevo desarrollo fueron objeto de compensaciones y de reformulación de los convenios -ingresados como proyectos, no como imposiciones-; por caso: GCBA-Carrefour, GCBA-Aucham, GCBA-Alto Palermo, los cuales fueron ajustados en aspectos como diseño urbano, morfología y contaron con compensación en equipamientos sociales como escuelas y centros de salud, viaducto, con construcción y equipamiento por cuenta del desarrollador.
La modificación de las normas de uso, ocupación y construcción del suelo urbano generan un plusvalor que la Ciudad debe compartir entre el propietario de la tierra y la comunidad, sirviendo a fines redistributivos genuinos. En ese sentido, el proyecto debe garantizar un desarrollo urbano que además de ser rentable para la desarrolladora arroje como contraprestación obras de utilidad pública destinadas al mejoramiento de situaciones urbanos – ambientales de indiscutible beneficio y prioridad para la zona sur –jardín maternal, escuela pública, seguridad, puente vehicular con el Barrio de La Boca, mejora de la Av. España, entre otros-.
Se debe reivindicar la convivencia social con un desarrollo de la ciudad que contemple a todos los sectores sociales. Nos oponemos a la presión desmedida para atender intereses meramente inmobiliarios con transferencia de ingentes recursos pecuniarios a costa de la sociedad porteña y sin compensación por el desarrollo preexistente -social, ambiental, equipamientos, infraestructura-.
Manuel Ludueña, Buenos Aires, mayo 2012

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La Sostenibilidad es Multicolor

La sostenibilidad no requiere de declaraciones publicitarias de color “verde”. Fundamentalmente una ciudad “hacia la sostenibilidad” requiere de hechos concretos con involucramiento sociopolítico creciente.

En esencia hay que atender las necesidades básicas de la comunidad tal como: la vivienda de interés social –tenemos un déficit de 160.000 viviendas, desde el 2008 solo se han realizado 300 viviendas con presupuesto decreciente y subejecución creciente; otro aspecto sería la disminución de la mortalidad infantil –sin embargo el último año se incrementó del 6,7 por mil al 8,5 por mil-.

Es muy loable promover ciclovías o peatonalizar el área central, pero son francamente ineficaces a la hora de ver las cuantiosas inversiones que se destinan a asfaltar calles con baja transitabilidad de adoquines, se ejecutan pasos bajo nivel solo para autos o se mejora la circulación en autopistas sin materializar las placas de isonorización en las áreas residenciales y espacio verdes afectados por niveles de ruido superiores a los 75 decibeles.

La fragmentación de la gestión es también sinónimo de falta de compromiso con la sostenibilidad. Por caso, mientras se impermeabilizan cada vez más los espacios verdes y se los desocializaba con rejas, aumentaba la demanda social para su uso y se habilitaban nuevas construcciones de alta densidad en barrios donde los vecinos se oponían, donde no hay suficiente infraestructura, alentando la mayor venta de tierras públicas alentando una mayor presión sobre el equipamientos y la infraestructura existente. Incluso la advocación de hacer 10 kilómetros por año de subterráneos, se transformaron mágicamente en 50 kilómetros de ciclovías en 5 años, en igual sentido las pautas de la ley de Basura Cero de reducción se transformaron en la multiplicación record de disposición de los residuos en el “relleno sanitario”.

En tanto, tampoco se ampliaron los espacios verdes –siguen siendo inferiores a los de 1925- ni se realizó ningún plan de forestación, pero si se popularizó mediaticamente una “playa” aledaña a los contaminados arroyo a cielo abierto Cildañez y Riachuelo. No solo no se llega a los principios de la sostenibilidad sino que no se atienden los del “higienismo” del siglo XIX.

En el mismo sentido, la falta de una gestión que promueva la sostenibilidad se evidencia al eludir la participación ciudadana debido a: la débil incorporación de las Comunas, la cuasi desaparición del Presupuesto Participativo, el veto de numerosas leyes que daban lugar al seguimiento y participación de la comunidad, tal el caso de la Policía Metropolitana –entre otras 92 leyes vetadas-.

Sin involucramiento ciudadano con el desarrollo de la ciudad, sin atender la falta de vivienda social para un amplio sector vulnerable y la salud infantil, con altas inversiones que facilitan el tránsito vehicular individual motorizado, no solo no es posible la sostenibilidad, sino que es insostenible creer en una “Agenda Verde”. La mona aunque se vista de verde “M.” queda.

Manuel Ludueña, Buenos Aires, Julio de 2012

Jardín Zoológico de Buenos Aires ¿Zona Liberada?

El Pliegos de Bases y Condiciones y la documentación complementaria de la Subasta Publica para el otorgamiento de la Concesión de Uso y Explotación del Predio destinado al Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires tienen una serie de interrogantes –algunos en base a la normativa vigente y otros en una interpretación banal sobre la capacidad económico financiera de su explotación- por los cuales se pueden transferir beneficios extraordinarios al Concesionario, reiterando el resultado existente, así como potenciando una serie de conflictos.

En general, se trata de una actuación carente de sostenimiento normativo debido a que:

· La Ordenanza Municipal Nº 46.229 artículo 2do -BM Nº 19.504; 31/03/1993- refiere sobre las concesiones de espacios verdes –así esta catalogado el Jardín Zoológico en el Código de Planeamiento Urbano; Ley 449- que "Las concesiones y permisos de uso vigentes se mantendrán hasta que opere su vencimiento, a partir del cual no podrán ser renovados. Las tenencias precarias existentes en la actualidad caducarán a partir de la presente ordenanza".

· De acuerdo con la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, de querer concesionarse el Jardín Zoológico se requiere que el Poder Ejecutivo solicite a la Legislatura la modificación de la Ordenanza Nº 46.229; el llamado es inconstitucional.

En particular, se trata de una actuación viciada de inconsistencias y falto de interés público, entre otros, por:

· No se determina la absorción del personal existente en el Jardín Zoológico, no obstante haberse asegurado al concesionario saliente y al ingresante una alta rentabilidad, entre otros en base al trabajo realizado por el personal en funciones;

· El criterio de preadjudicar en función del "importe correspondiente al mayor canon ofrecido a viva voz" el 20 de julio de 2012 –aún en correspondencia con lo solicitado en los pliegos- soslaya la complejidad y atenta con alcanzar el mejor funcionamiento posible del Jardín Zoológico. Por ejemplo: no se compara la calidad técnica entre los oferentes, así como tampoco quién propicie la mayor inversión y el menor tiempo de ejecución en relación con el mayor canon. El mayor canon puede ser la menor inversión, la menor capacidad técnica ofrecida con reparaciones en el mediano y largo plazo.

· No hay definición de “Plan de Manejo Gerencial”, por lo cual no hay obligación de pautar un cronograma y características de las inversiones a realizar –como es obligatorio en cualquier obra pública-, tampoco se establece para los “Planes de Restauración”. Por lo tanto, no es posible un seguimiento cierto puesto que los trabajos, obras, reparaciones y provisión de maquinarias, equipos, instalaciones y elementos quedan librados al ritmo que quiera/ pueda desarrollar el oferente.

· Incluso, la precariedad de transferir al oferente la decisión de hacer se profundiza al aceptar que "las inversiones excedentes podrán ser deducidas del monto de los cánones efectivamente devengados" sin consignar su relación con los ingresos que se obtienen por entradas, consumo, laboratorios, investigación científica, intercambio de animales, etc.

· De modo similar –en cuanto a no atender los ingresos y la rentabilidad- se fija que el canon se incrementará en un 20% anual luego de los primeros 12 meses.

· Asimismo, se sigue deslindando la responsabilidad pública de saber fehacientemente el estado y las características de los bienes existentes que se transfieren, registrándose solo una foto de baja calidad por cada escultura y edificios obligando a la concesionaria a realizar los respectivos inventarios –por ejemplo: del arbolado y la colección faunística-.

· En cuanto a las sanciones algunas son francamente incumplibles, por ejemplo la de “proceder a su desocupación administrativa” puesto que no se ha aplicado al prestador actual y la falta de sanciones vinculadas al no cumplimiento de las obligaciones con respecto a la gestión de la fauna, la flora, la educación, la investigación científica, la evaluación de impacto ambiental.

Como primera conclusión, la concesión propiciada para gestionar el Jardín Zoológico por el Poder Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires no cumple con la normativa vigente al no estar autorizada por la Legislatura. Asimismo, tampoco la documentación licitatoria representa el interés público, al desentenderse sobre el destino de los trabajadores actuales, no delinear una Estrategia del Jardín Zoológico en concordancia con la estrategia mundial de conservación de la biodiversidad, dejar librado los inventarios así como la ausencia de un cronograma de ejecución de las inversiones y la falta de correspondencia entre el pago de un canon y los ingresos por todo concepto del concesionario. Más que una concesión pública el Poder Ejecutivo propicia una privatización, transfiriendo una actividad monopólica y un espacio turístico-recreativo singular sin contraprestación equitativa.

Falta una Estrategia para la Gestión del Zoológico

El tratamiento displicente para gestionar al Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires no solo se refleja en un Pliego de Licitación que simplifica la complejidad de la gestión sino también en la falta de exigencias y la ausencia de reglas de responsabilidad para el concesionario, tal como los aspectos:

· laborales: la Estabilidad de los Trabajadores, la formación de una Comisión Mixta de Prevención que atienda las condiciones de trabajo, los accidentes que hubo, las enfermedades contagiosas, insalubridad, etc., el libre encuadre sindical y la situación de los trabajadores tercerizados y precarios;

· de calidad en la prestación: requiriendo que el concesionario desarrolle un sistema de calidad con la ISO 9000, de gestión medioambiental obteniendo la certificación de la ISO 14001, auditoría ambiental anual con difusión pública, y la acreditación de turismo responsable, de modo de contar con un Jardín Zoológico gestionado en forma sostenible y responsable;

· de objetivos y actividades sostenibles como: gestión de los residuos con responsabilidad medioambiental; ser eficientes en el uso de la energía; usar los recursos naturales con responsabilidad medioambiental; primar el consumo de bienes y servicios locales; contribuir al desarrollo justo; alentar la toma de conciencia y participación del público.

· de no establecer una instancia de control y seguimiento: tripartito con participación de trabajadores, organización de derechos del consumidor y síndico contable designado por la autoridad de competencia.

· de adquisición de animales: son aceptables si se cumplen todas las obligaciones legales –tratados internacionales y legislación nacional- y si la adquisición no tiene un efecto perjudicial para la población del zoológico; una especie amenazada de extinción solo es aceptable si existen medidas y planes adecuados que aseguren la conservación de la población existente; bajo ninguna circunstancia pueden implicarse en el comercio ilegal o injustificado de animales salvajes.

· de los programas de reintroducción de la naturaleza: deben realizarse de acuerdo a las "Directrices para la Reintroducción" de la IUCN, con examen veterinario de acuerdo con los protocolos de cuarentena y de exámenes sanitarios de la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE)/IUCN para determinar si son aptos para la suelta; la suelta se debe salvaguardar, y se debe establecer y mantener un programa de control a largo plazo.

· del bienestar animal: se debe recrear el ambiente natural de los animales y deben tener en cuenta, tanto como les sea posible, las necesidades de conducta y fisiológicas del animal. Los animales deben tener un comportamiento "normal" libremente y no pueden sufrir por sed, hambre y desnutrición, dolor, heridas y enfermedades, malestar, miedo o estrés, con el objetivo de asegurar altos estándares de bienestar basados en los mejores conocimientos disponibles.

Es evidente que el tratamiento para la concesión del Jardín Zoológico es banal, como quién ofrece una antigüedad, un mueble, una joya, un pintura; es una subasta para quién ofrezca el mayor canon como la proposición más ventajosa pero que, al no haberse prefijado condiciones que atiendan el interés público -que contribuyan a un usufructo equitativo, de trascendencia educativa y científica, de conservación de la biodiversidad y de turismo responsable- reitera el ofrecimiento de un bien público sin salvaguardar sus valores patrimoniales, desentendiéndose de su conservación y dándole trato graciable a su rentabilidad comercial.

Lejos del Debate, Cerca del Negociado

El futuro de los parques zoológicos está signado, cada vez más, con la conservación y salvar especies en peligro de extinción. A medida que las especies en peligro de extinción se elevan, los zoológicos son llamados a rescatar y mantener los animales, y no sólo con los publicitados pandas y rinocerontes, sino con todo tipo de mamíferos, ranas, aves e insectos cuyas poblaciones se encuentran de peligro.

Para conservar los animales con eficacia, requiere recaudar para la conservación de los animales en la naturaleza y para hacer alojamientos adecuados para las colecciones en cautiverio. Los zoológicos deben construir instalaciones lo suficientemente grandes como para manejar rebaños enteros de animales para que el comportamiento reproductivo puede ocurrir.

Hay que pasar del concepto de gestión de fines del siglo XIX a un centro de crisis del siglo XXI. En sus comienzos los parques zoológicos tenían animales exóticos y se los explotaba principalmente por el valor de entretenimiento, con cierta difusión de la vida silvestre y alguna actividad relacionada con la conservación. Cuando muchas especies comenzaron a desaparecer a un ritmo acelerado, comenzaron a convertirse en rescatistas y protectores. Desde la década de 1980, muchos zoológicos comenzaron a desarrollar programas de cría coordinados. Hoy el reto es el de transformase en instituciones para la conservación y dejar de ser una escenografía, un espectáculo.

Hay que encontrar un equilibrio entre la experiencia que puede adquirir el público y las necesidades de experimentación y conservación. Es indispensable adaptarse a estándares exigentes, para el cuidado de los animales, la conservación en campo y programas cooperativos de cría, instalar exposiciones más naturales, espacio para un menor número de animales manteniendo importantes reservas genéticas de cada animal, programas de mejoramiento para ampliar la diversidad genética de las poblaciones silvestres aisladas, el traslado de las especies que se encuentran bajo estrés, y la investigación sobre la dinámica de la reproducción.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estima que casi una cuarta parte de todos los mamíferos están en peligro de extinción en las próximas tres generaciones. La situación es aún más grave para los anfibios y las aves marinas. El problema para los zoológicos es que incluso los animales pequeños también requieren más compromiso.

Una especialidad emergente para los zoológicos es el moviendo de los animales conocido como translocación, que consiste en tomar algunos de los miembros fuera de su hábitat natural, cuando la especie se enfrenta a una amenaza particular, y conformar una colonia de cría en un hábitat más seguro –en comparación con otros lugares- e investigar sobre la cría de los animales exóticos en cuidado. Los animales salvajes a menudo siguen siendo un misterio para las personas que están tratando de ayudar.

A nivel internacional existen protocolos de adhesión, por ejemplo de la Asociación de Zoológicos y Acuarios, o los criterios probados de la Directiva 1999/22/CE del Consejo de la Unión Europea del 29 de marzo de 1999 relativa al mantenimiento de animales salvajes en parques zoológicos “ex situ” y de como garantizar que los parques zoológicos cumplan las siguientes medidas incorporables al Pliego de Concesión, tales como:

conservación:

· participación en la investigación que redunde en la conservación de especies, o formación en técnicas pertinentes de conservación, o intercambio de información sobre la conservación de especies o, cuando proceda, cría en cautividad, repoblación o reintroducción de especies en el medio silvestre;

· fomento de la educación y de la toma de conciencia por el público en lo que respecta a la conservación de la biodiversidad, en particular facilitando información sobre las especies expuestas y sus hábitats naturales;

· alojamiento de los animales en condiciones que persigan la satisfacción de las necesidades biológicas o de conservación de cada especie, entre otras cosas proporcionando a las especies los recintos adecuados a cada una de ellas y manteniendo un nivel elevado en la cría de animales, con un programa avanzado de atención veterinaria preventiva y curativa y de nutrición;

· prevención de la huida de los animales para evitar posibles amenazas ecológicas a las especies indígenas y prevención de la introducción de plagas y parásitos de procedencia exterior;

· mantenimiento de los registros actualizados de las colecciones del parque zoológico adaptados a las especies registradas.

autorización e inspección:

· medidas adoptadas sobre autorización e inspección periódicas del zoológico para garantizar que se cumplan los requisitos de conservación, las exigencias del pliego de concesión y los registros actualizados, no pudiendo exceder de 2 años.

· la falta de condiciones para efectuar las inspecciones periódicas dará lugar a modificar la autorización y a cerrar el jardín zoológico o parte del mismo.

cierre del parque zoológico

· en caso de que deba cerrarse el zoológico o parte del mismo, la autoridad competente deberá garantizar que los animales afectados sean tratados o trasladados con arreglo a condiciones que el GCBA considere pertinentes y adecuadas al objetivo y a las disposiciones antedichas.

La falta de inclusión de las previsiones señaladas son una clara evidencia que se quiere dejar al Jardín Zoológico como “zona libre de controles o liberada”, reiterando los 21 años de gestión pasados que solo dejaron: un canon insignificante con importantes ingresos, una degradación patrimonial parcialmente recuperable, una fauna y flora cuanto menos de tratamiento cuestionable, sin sanciones y con transferencias comerciales multimillonarias, enmarcados en un desinterés público que parece alentar la desaparición cultural, de conservación de la biodiversidad, educativa y turística del Zoológico de Buenos Aires.


Manuel Ludueña, Buenos Aires. Junio 2012

Calles para Tod@s

Los ciudadanos debemos enfrentar problemas crecientes de congestión vial y contaminación debido al continuo crecimiento del tránsito urbano motorizado. Quienes dejan de vivir en las ciudades, debido a las malas condiciones ambientales, el aumento del número de vehículos y la mayor velocidad de los desplazamientos, han dado origen a estructuras urbanas dispersas que provocan, a su vez, mayores volúmenes de tránsito motorizado. Pero el transporte también es un desafío en términos de protección del clima: para el año 2010, el transporte será el sector que más contribuirá con emisiones de gases de efecto invernadero.

Para morigerar esas tendencias, reducir esos problemas eficientemente y elevar las condiciones de vida en las ciudades, es necesario:
· llevar a cabo una autentica transferencia modal desde el tránsito privado motorizado hacia los modos de transporte más sostenibles,
· implantar estrategias de planificación urbano ambiental con principios de planificación de densificación urbana sostenible, de mejora del uso mixto del espacio y de limitación de habilitación de nuevas áreas urbanas en zonas que no cuenten con transporte público,
· desarrollar el concepto de uso responsable del auto e introducir vehículos y combustibles menos contaminantes, más silenciosos y más ocupados.

Se debe dar prioridad a los modos de transporte más sostenibles, que han de ser más eficientes y atractivos. Al mismo tiempo, se deben introducir métodos de organización específicos y tecnologías innovadoras en términos de ahorro de energía y protección del ambiente. También es central sensibilizar a los ciudadanos acerca del efecto que tiene el modo de transporte que eligen sobre la calidad del medio urbano. Pero también es indispensable ofrecer alternativas reales y fomentar la intermodalidad para que las personas caminen, circulen en bicicleta y utilicen el transporte público en lugar de emplear individualmente el auto.

Movilidad Sostenible

La Movilidad Sostenible tiene como objetivo reconciliar las necesidades de movilidad de los ciudadanos con la calidad de vida y el ambiente. Las pautas de Movilidad Sostenible exigen generar un cambio local responsable, con voluntad política, información y concientización pública. Los objetivos de reducción del tránsito motorizado privado, las estrategias concertadas para la implementación de medidas y los ejemplos concretos de otros actores preparan el terreno para la implantación de las políticas de movilidad sostenible. La Movilidad Sostenible incluye el concepto de planificación cooperativa puesto que las medidas son más eficaces si van dirigidas a grupos específicos de ciudadanos y a sus correspondientes necesidades.

La Movilidad Sostenible implica crear incentivos para los ciudadanos para que opten por medios de transporte más sostenibles, como los desplazamientos a pie y en bicicleta y el transporte público.

La Movilidad Sostenible pretende reducir los niveles de ruido dañinos, especialmente del tránsito rodante, mejorando así la salud y calidad de vida en la ciudad.

La Movilidad Sostenible reclama soluciones innovadoras y permanentes para hacer frente a la contaminación y congestión crecientes producidas por el tránsito y contribuye a una nueva cultura de la movilidad.

¿Quién es la fuente de peligro?

Muchas veces se escuchan quejas de las personas sobre la indisciplina de los ciclistas, pero nosotros debemos hablar de la indisciplina de los conductores de automóviles que al compararlo con un ciclista indisciplinado puede causar mucho menos daño que si estuviera manejando un auto. La energía cinética generada por la colisión entre automóviles (a una velocidad promedio de 35 km/hora) es 57 veces superior a la energía cinética generada en la colisión entre bicicletas (a una velocidad promedio de 17 km/hora). A una velocidad máxima de 150 km/hora para un auto (35 km/hora en el caso de una bicicleta), la energía cinética de un automóvil es 240 veces mayor que las de las bicicletas.

Pacificación del Tránsito / Calles Amigables

Las medidas de pacificación del tránsito / calles amigables son ciertamente uno de los elementos centrales de las políticas de movilidad que buscan redefinir las prioridades, en particular reduciendo la velocidad y restringiendo el acceso al área central de la ciudad.

Las medidas de este tipo reconcilian la seguridad, el tránsito y la vida local, donde las actividades residenciales y la vida comunitaria tienen prioridad.
Ofrecen mayor seguridad para los diversos usuarios implicados (ciclistas y peatones en particular) y permiten mayor libertad para los niños y las personas con movilidad reducida.

Esto no es todo: estas medidas también dan como resultado una mejor calidad de vida, un deseo ahora compartido por un número creciente de ciudadanos, mediante una mejor distribución del espacio de calzada entre estos usuarios. Suelen hacer justicia en términos de uso de la calzada y prioridad que se da a los diferentes modos de transporte. Además, contribuyen a reducir el ruido, los contaminantes, las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo energético en las zonas urbanas.

En resumen, es uno de los motivos por el que la gente regresa a vivir en la ciudad. Pero también van contra hábitos arraigados.

Desplazamientos a Pie

¡Todo el mundo camina! Para hacer que esta acción sea más segura, cómoda y agradable, se debe implantar una cuidadosa política peatonal en toda la ciudad.
Las ventajas de caminar son bien conocidas, no sólo en relación con la salud o el ambiente, sino también con la creación de una vida animada en la calle, en entornos peatonales accesibles, cómodos, seguros y agradables para todos.

Desplazamientos en Bicicleta

Incrementar el número de viajes realizados en bicicleta puede ser un objetivo real en su búsqueda de una ciudad menos congestionada, menos contaminada y menos ruidosa, que aproveche mejor el espacio y la energía. Además de fomentar un aumento de los desplazamientos a pie y en transporte público, es sin duda uno de los métodos más eficaces de que disponen las ciudades, cuyo objetivo es una mejor calidad de vida ‑ un deseo ahora compartido por un número creciente de ciudades y de ciudadanos‑.

Aunque la bicicleta se considera normalmente una simple "máquina", reincorporarla como modo de transporte en las zonas más transitadas, consideradas desde tiempos lejanos como dominio de los autos privados y por tanto creadas para este fin, no es tan sencillo. Esto requiere: voluntad política, valentía, la fuerza de una enérgica convicción por parte de los responsables locales, interés, capacidad y sentido del diálogo por parte de aquellos con responsabilidad técnica, y paciencia y sensatez por parte de los ciclistas. Reunir todos estos ingredientes es un auténtico desafío.

¿Quién es la fuente de peligro?

Muchas veces se escuchan quejas de las personas sobre la indisciplina de los ciclistas, pero nosotros debemos hablar de la indisciplina de los conductores de automóviles que al compararlo con un ciclista indisciplinado puede causar mucho menos daño que si estuviera manejando un auto.

La energía cinética generada por la colisión entre automóviles (a una velocidad promedio de 35 km/hora) es 57 veces superior a la energía cinética generada en la colisión entre bicicletas (a una velocidad promedio de 17 km/hora). A una velocidad máxima de 150 km/hora para un auto (35 km/hora en el caso de una bicicleta), la energía cinética de un automóvil es 240 veces mayor que las de las bicicletas.

De la necesidad de desacoplar crecimiento económico y consumo de recursos

Para el año 2050, la humanidad consumirá 140 millones de toneladas de minerales, combustibles fósiles y biomasa al año – tres veces su apetito actual – a menos que la tasa de crecimiento económico se desacople de la tasa de consumo de recursos naturales, según un nuevo informe de la ONU “Decoupling natural Resource Use and environmental Impacts from Economic Growth”. Los resultados de este estudio del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente – UNEP en Inglés) han sido presentados durante la Semana Verde en Bruselas. Un balance desigual en Europa Existen diferencias relevantes entre muchos países de Europa. Mientras que algunos países europeos parecen mostrar cierto grado de disociación de las tasas de crecimiento económico y las tasas de consumo de recursos, otros no lo hacen como resultado de una variedad de factores de desarrollo y demográfica. El informe muestra que en promedio el consumo anual per cápita de los recursos naturales – conocido como “tasa metabólica” – en Europa está de alrededor de 13 toneladas por persona. Sin embargo, para algunos países, como Finlandia, la tasa metabólica está más cerca de 20 toneladas, o alrededor de seis toneladas por persona superior a países como Alemania o Austria, con ingresos comparables. Muchos de los miembros recientes de la UE también muestran tasas relativamente altas de consumo de recursos naturales, a pesar de arrojar ingresos per cápita, por ejemplo Hungría y Polonia. Marina Fischer-Kowalski, uno de los autores del informe en la Universidad Alpen-Adria en Austria, dijo: “Los resultados son en muchos aspectos un reflejo de la situación mundial. Los países industrializados con alta densidad de población tienen un promedio de las tasas metabólicas de 13 toneladas per cápita, mientras que aquellos con baja densidad de población – por ejemplo, Finlandia, Estados Unidos y Australia – puede tener una tasa metabólica hasta el doble de que, aunque los niveles de ingresos y bienestar material no difieren sustancialmente “. Las bajas densidades de población, unida a factores tales como la vida en climas más fríos, puede aumentar el uso de combustibles fósiles para automóviles y para la calefacción de hogares y oficinas. Algunos países europeos, entre ellos muchos de los miembros recientes, han experimentado también un fuerte crecimiento de sus actividades de construcción e infraestructuras, que a su vez han aumentado el uso de los recursos naturales, tales como materiales de construcción y energía. Aunque este informe no evalúa las tasas de consumo y los impactos ambientales vinculados con las importaciones de materias primas y productos tales como ropa o automóviles, algunas tasas metabólicas en Europea pueden ser explicadas en clave de comercio internacional. Un ciudadano en el Reino Unido, por ejemplo, consume alrededor de 10 toneladas de recursos naturales al año, en comparación con alguien de Bélgica cuya tasa metabólica se estima en 16 toneladas. “Pero mucho de esto tal vez pueda ser explicado por la des-industrialización que se ha producido en el Reino Unido en las últimas décadas con el cambio hacua una sociedad de servicios,” dice el Dr. Fischer-Kowalski. “Lo que las cifras no reflejan son aquellos productos, como ropa o automóviles que alguna vez formaron parte del PIB del Reino Unido, y que ahora están en gran parte importados del extranjero. Mientras tanto, muchos países europeos también son grandes importadores de productos como los minerales y los productos alimenticios, y los recursos tanto como el impacto ambiental que conllevan se producen en continentes como Asia y África “, añadió. Desacoplar – EL panorama mundial Para 2050, la humanidad podría devorar alrededor de 140 millones de toneladas de minerales, combustibles fósiles y de biomasa al año – tres veces su apetito actual – a menos que la tasa de crecimiento económico sea “desacoplada” de la tasa de consumo de recursos naturales, advierte un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Los ciudadanos de los países desarrollados consumen en promedio 16 toneladas per cápita de estos cuatro recursos claves (en un rango que alcanza hasta 40 o más toneladas por persona en algunos países desarrollados). En comparación, en la actualidad la persona promedio en India consume cuatro toneladas por año. Con el crecimiento de la población y la prosperidad, especialmente en países en desarrollo, la expectativa de niveles mucho más altos de consumo de recursos va “mucho más allá de lo sostenible” si se tiene en cuenta que todos los recursos del mundo son finitos, advierte el informe del Panel Internacional de Recursos del PNUMA. De hecho, el mundo se está quedando sin fuentes baratas y de alta calidad de algunos materiales esenciales como el petróleo, el cobre y el oro, cuyos suministros requieren, a su vez, volúmenes, cada vez más altos, de combustibles fósiles y de agua dulce para su producción. Mejorar la tasa de productividad de los recursos (“hacer más con menos”) de manera más rápida que la tasa de crecimiento económico es la idea atrás del concepto de de “desacoplamiento”, indica el panel. Ese objetivo, sin embargo, exige un replanteamiento urgente de los vínculos entre el uso de los recursos y la prosperidad económica, respaldada por una inversión masiva en innovación tecnológica, financiera y social, hasta al menos congelar el nivel de consumo per cápita en los países ricos y ayudar a las naciones en desarrollo a seguir una ruta más sostenible. Los expertos señalan que la tendencia hacia la urbanización podría ayudar, debido a que las ciudades permitirán economías de escala y una prestación de servicios más eficiente. Lugares densamente poblados consumen menos recursos per cápita que aquellos con densidades poblaciones muy bajas, gracias a las economías en áreas tales como el suministro de agua, vivienda, gestión de residuos y reciclaje, uso de energía y transporte, dicen los expertos. El Subsecretario General de Naciones Unidas y Director Ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, indica que “el desacoplamiento tiene sentido en todas las esferas: económica, social y ambiental”. “La gente cree que los “males” ambientales son el precio que debemos pagar para contar con “bienes” económicos. Sin embargo, no podemos, ni necesitamos, seguir actuando como si esta disyuntiva fuera inevitable”, añade. ”El desacoplamiento es parte de una transición hacia una Economía verde, baja en carbono, eficiente en el uso de recursos, la cual es necesaria para estimular el crecimiento, generar empleos decentes y erradicar la pobreza de una manera que la huella de la humanidad se mantenga dentro de los límites del planeta.” “La reunión de Río +20, el próximo año, representa una oportunidad para acelerar y ampliar estos” brotes verdes” de una economía verde, que están surgiendo en todo el mundo, desarrollado y en desarrollo.” El nuevo informe del Panel Internacional de Recursos del PNUMA, el cuarto de una serie, se dio a conocer en Nueva York en el marco de la reunión anual de la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, en la que el consumo y la producción sostenibles son temas clave. Y precede por un año, a la reunión de la Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible 2012 (o “Río +20″ en Río de Janeiro, 4 a 6 junio, 2012), que tendrá como temas centrales: economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, y lograr un acuerdo sobre un marco internacional para el desarrollo sostenible. Si bien el informe no ofrece opciones detalladas de políticas y tecnología - que se incorporaran en futuros informes – si indica que las tecnologías que han ayudado a la humanidad a extraer cantidades cada vez mayores de los recursos naturales deben ser re-dirigidas a para lograr un uso más eficiente de los mismos. El promedio global anual de consumo per cápita de recursos fue de 8 a 10 toneladas en 2000, casi el doble de la tasa registrada en 1900. En 2000, la tasa promedio en los países industrializados (hogar de una quinta parte de la población mundial) fue aproximadamente el doble del promedio mundial y cuatro o cinco veces superior al de los países en desarrollo más pobres. La tasa de consumo per cápita global (y nacional) se calcula dividiendo la extracción total mundial (y nacional) de minerales, combustibles fósiles y biomasa entre el total de población mundial (y nacional). Sin embargo, la rápida expansión del comercio internacional oculta la responsabilidad por el consumo de recursos y su impacto ambiental, señalan los autores. Durante el siglo pasado, los controles de la contaminación y otras medidas han reducido los impactos ambientales del crecimiento económico. Gracias a las innovaciones en la fabricación, diseño de productos y uso de la energía – apoyado por el creciente número de personas que viven estilos de vida más eficiente en las ciudades – la economía mundial ha crecido más rápido que el crecimiento del consumo de recursos. Sin embargo, esas mejoras han sido sólo relativas. En términos absolutos – con el crecimiento de la población, los altos niveles de consumo en los países industrializados, y el aumento de la demanda de bienes materiales, especialmente en China, India, Brasil y otras economías rápidamente emergentes – el uso total de recursos creció ocho veces, de 6 mil millones toneladas en 1900 hasta 49 mil millones de toneladas en 2000. Se estima que actualmente alcanza 59 millones de toneladas. El “desacoplamiento” está ocurriendo, pero “a un ritmo que es insuficiente para satisfacer las necesidades de una sociedad equitativa y sostenible”, dice el informe. Entre 1980 y 2002, los recursos requeridos por cada 1.000 dólares de producción económica se redujo de 2,1 a 1,6 toneladas. El informe detalla los progresos realizados en cuatro países en los que las políticas gubernamentales e la política de gobierno apoyan el desacoplamiento. Alemania y Japón han demostrado las posibilidades. * Alemania ha establecido metas para energía y para la productividad en el uso de recursos, con el objetivo de duplicarlos para 2020. También existen objetivos ambiciosos para 2020 para cubrir las necesidades de calefacción, electricidad y otras necesidades de energía procedentes de fuentes renovables, y la meta de reducir en 30 por ciento las emisiones de dióxido de carbono para ese mismo año. * Japón está comprometido a convertirse en una “sociedad sostenible”, centrada en bajas emisiones de carbono, la reducción, reutilización y reciclado de materiales, y la armonía con la naturaleza. El flujo de materiales es contabilizado cuidadosamente. Las medidas adoptadas por Japón “son probablemente los ejemplos más avanzados para aumentar, en la práctica, la productividad de los recursos y minimizar los impactos ambientales negativos “, señala el informe. * La Constitución de Sudáfrica exige “un desarrollo y el uso de los recursos naturales ecológicamente sostenibles.” Las políticas hacen un llamado explícito al “desacoplamiento de los recursos y el impacto” y a una reducción de entre 30 y 40 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Sin embargo, el progreso se ve minado por una creciente dependencia en las exportaciones de carbón y otros minerales. Su intensidad en carbono es una de las más altas y las emisiones por persona son el doble del promedio mundial. * China aspira a construir una “civilización ecológica”, teniendo como prioridades las preocupaciones sobre los recursos y ambientales. Ha creado indicadores de desacoplamiento y fijado objetivos obligatorios, incluyendo una reducción del 20 por ciento de la intensidad energética; asimismo, ha implementado programas a nivel nacional para el ahorro de energía y la reducción de la contaminación. El Plan Nacional de Acción sobre el Cambio Climático establece como objetivo para el año 2020, la reducción de 40-45 por ciento en la intensidad de dióxido de carbono. China, en particular, es un caso global de prueba “, porque quiere continuar su rápido crecimiento económico, pero con un uso más sostenible de los recursos”, dice el informe. “Las medidas que China ha introducido para conciliar estos objetivos serán de importancia crucial para todos los demás países en desarrollo con intenciones políticas similares.” El informe hace hincapié en que, en teoría, es posible la reducción de la tasa de consumo de recursos y de los impactos, si la mejora de la economía nacional se define en términos distintos al del crecimiento físico. “Es hora de reconocer los límites de los recursos naturales disponibles para apoyar el desarrollo humano y crecimiento económico”, dicen los autores. El desacoplamiento “requerirá de cambios significativos en las políticas gubernamentales, el comportamiento empresarial, y los patrones de consumo del público. … La innovación, incluso la innovación radical, será requerida”. El informe describe tres escenarios por el que los países desarrollados y en desarrollo consumen recursos de manera equitativa: “convergencia para el año 2050" Escenario 1: “Negocios como de costumbre en los países desarrollados, convergencia de otros". El consumo per cápita de recursos en los países industrializados se mantiene estable, como ha sucedido durante las últimas tres décadas, y el resto del mundo continúa la tendencia actual para ponerse al día. Esta trayectoria conduce a un consumo anual total de 140 miles de millones de toneladas de minerales, combustibles fósiles y biomasa, o 16 toneladas per cápita de una población de 9 mil millones para el año 2050. El informe dice: esto “representa un futuro insostenible en términos de uso de los recursos y emisiones, probablemente excediendo todas las medidas posibles de los recursos disponibles y las evaluaciones de los límites a la capacidad de absorción de los impactos.” Escenario 2: "Contracción moderada del consumo en los países desarrollados, convergencia de otros". Las naciones industrializadas reducen a la mitad el consumo promedio per cápita a 8 toneladas y otros países lo incrementan a ese nivel. El resultado: el consumo mundial total asciende a 70 mil millones de toneladas en 2050. ”Este escenario supone un cambio estructural sustancial para alcanzar un nuevo modelo de producción industrial y de consumo que sería muy diferente del modelo occidental industrial tradicional, intensivo en el uso de recursos”, dice el informe. Este escenario tiene como resultado el consumo mundial de 70 mil millones de toneladas en 2050 – alrededor de 40% superior a la extracción de recursos en 2000. Las emisiones per cápita promedio de dióxido de carbono aumentarían casi un 50% a 1,6 toneladas per cápita y las emisiones globales de CO2 en más del doble. Reducciones absolutas en el consumo – muy por debajo de la escala requerida en el escenario dos – se han producido en tan sólo unos pocos países, y en algunos casos sólo han bajado su tasa de consumo per cápita porque han incrementado la importación de recursos de otros lugares. Escenario 3: "Fuerte contracción del consumo en los países desarrollados, convergencia con otros". Las naciones industrializadas reducen el consumo per cápita en dos tercios y otras naciones mantienen su nivel actual, lo que resulta en una tasa per cápita de consumo mundial de 6 toneladas y el consumo mundial total de cerca de 50 mil millones de toneladas, lo mismo que en el año 2000. Este escenario sería sumamente restrictivo, y por lo tanto poco atractivo para los políticos, por lo que “difícilmente puede ser abordado como un objetivo estratégico posible”, admiten los autores. Sin embargo, inclusive fuertes medidas como las descritas mantendrían el consumo global a niveles que muchos científicos siguen considerando insostenibles. El promedio de las emisiones per cápita de CO2 se reduciría en aproximadamente 40% a 0,75 toneladas per cápita y las emisiones globales permanecería constantes en su nivel de 2000. “Estos escenarios desafían nuestro pensamiento y las hipótesis actuales sobre el desarrollo”, dice el informe. ”Si las inversiones que se realizan actualmente en los países desarrollados y en desarrollo mantienen a la humanidad en una ruta de crecimiento de “business as usual” o con una moderada mejora en la intensidad en el uso de los recursos, los riesgos de encontrarse con limitaciones ecológicas y de oferta empeorarán “, señala el informe. “Este descubrimiento ha sido la razón por la que el Panel Internacional de Recursos ha decidido enfocar los futuros informes en la manera de mejorar la productividad de los recursos y encontrar alternativas viables para los responsables de las políticas “. Los retos para el futuro Los políticos y el público en general no están convencidos aún de los límites físicos absolutos con relación a la cantidad de recursos disponibles para uso humano. Las amplias discrepancias en el consumo por persona significa que son necesarios diferentes niveles de acción. Las naciones más pobres, probablemente los primeros en sentir los impactos de la escasez de recursos, deben tener la oportunidad de mejorar las condiciones en el mundo desarrollado. Pero si emulan un estilo derrochador de crecimiento, no sólo exponen sus economías a restricciones de oferta, sino que el banco de recursos del planeta profundizará su pérdida. Los minerales de mejor y más fácil acceso, así como los combustibles fósiles, se están agotando. Las nuevas fuentes de recursos están en general más alejadas y son de menor calidad. Buscar y extraer estos últimos consume más energía y aumenta el impacto ambiental. Para lograr la misma cantidad de extracción de minerales que hace un siglo, se necesita movilizar alrededor de tres veces más material, con los correspondientes incrementos en las alteraciones de la tierra, los efectos en el agua y el uso de la energía. La extracción de recursos se produce cada vez más en países con estándares legales y ambientales más bajos, lo que significa que “los impactos ambientales por unidad de material extraído podrían ser más grave.” Conforme el comercio se expande, se vuelve más difícil asignar responsabilidades por el consumo de recursos, una consideración fundamental si se requiere a cada país limitar el consumo per cápita. Por ejemplo, debería la reducción de la minería y sus impactos ser responsabilidad del país en el que se lleva a cabo la extracción, aquel en el que se procesa el mineral en un producto manufacturado, o aquel en el que se consume ese producto? Un efecto “rebote” a menudo conduce a un mayor consumo, después de que la energía o los productos manufacturados sean más eficientes, ya que los consumidores aprovechan la ventaja del ahorro de costos para comprar algo más, o usar un aparato más a menudo – por ejemplo: hacer más kilómetros en un coche de bajo consumo de combustible . Razones para el optimismo Según el informe, la certeza de que la escasez de recursos eventualmente imposibilitará el escenario de “business as usual” garantiza que cualquier país “por delante del juego”, al invertir en innovación ” cosechará claramente los beneficios mientras las presiones para los demás cambien rápidamente.” Los países en desarrollo, sin la carga de las tecnologías existentes, puede pasar a procesos menos intensivos en recursos y bienes, como gran parte de África, por ejemplo, evitando cableados y servicios de telefonía para pasar directamente al móvil. El costo creciente de muchos recursos crea un imperativo económico de utilizar menos – aunque, al mismo tiempo, el aumento de los precios podría permitir la explotación de fuentes más caras ambientalmente peligrosas, tales como el petróleo del alto Ártico. La urbanización puede reducir la tasa de consumo de una población ya que permite la prestación de servicios más eficientes y “concentrar el conocimiento, los recursos financieros, sociales e institucionales necesarios para innovaciones orientadas a la sostenibilidad.” Sin embargo, las cifras de consumo de las ciudades pueden ser artificialmente bajas si el área urbana depende de la energía y los recursos de los alrededores rurales. Además, los habitantes urbanos consumen más conforme la economía crece. “Esto refleja el dilema de las ciudades para la sostenibilidad”, señala el informe. “Las ciudades dirigen uso global insostenible de los recursos, pero son también el lugar donde existe el mayor potencial para las innovaciones orientadas a la sostenibilidad”. Aún hoy, hay una gran diferencia en la tasa de uso de los recursos entre países, incluso aquellos que tienen el mismo PIB per cápita. Esto indica que es posible para los países ser mucho más productivos Fuente: Informe PNUMA, 27/05/2011.